“Estamos ante una ‘explosión’ epidemiológica de la enfermedad celíaca”, fue la conclusión a la que llegaron los expertos reunidos en el III Simposio Latinoamericano sobre dicha patología, realizado en noviembre del 2011 en Buenos Aires. Si bien son hipótesis aún en investigación, una revisión de los últimos estudios confirma que cada 15 años se duplica la cantidad de personas que la padecen.
Pero, ¿a qué se debe ese aumento? ¿A que hay más personas celíacas o a que actualmente la enfermedad se conoce más y se detecta mejor? El profesor Julio Bai, jefe del Departamento de Medicina del Hospital de Gastroenterología Dr. Carlos Bonorino Udaondo señala que “es una enfermedad con un fuerte componente familiar, en la que un agente externo, el gluten, termina generando una reacción de la inmunidad con daño en la mucosa del intestino. La genética y la inmunidad pueden cambiar en cientos o miles de años, pero no en 15 ni en 50 años. Entonces, habría que preguntarse qué factores ambientales tienen que ver con este aumento de la prevalencia”.
Investigadores de EE.UU., Finlandia, Italia y Holanda, fueron los que alertaron sobre el aumento de casos al analizar muestras de sangre tomadas hace 50, 30 y 10 años, a través de las cuales identificaron anticuerpos de la enfermedad en una mayor cantidad de personas de lo que estaba registrado en cada período.
Otra investigación de científicos holandeses muestra que la prevalencia mundial de ésta en el año 70 era de 0,03% mientras que ahora supera el 1%. En nuestro país, de acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud, 97 mil chilenos serían celíacos. Sin embargo, y pese a los numerosos estudios sobre el tema, la causa exacta de esta patología todavía tiene que ser identificada.
Según la doctora Cecilia Castillo, médico pediatra y nutrióloga del Centro Clínico y Metabólico de Santiago, citada en un reportaje publicado por El Mercurio el martes 8 de noviembre, “se han mejorado las guías y formas de diagnóstico; los médicos piensan más en la enfermedad al recibir un caso con síntomas asociados, pero también hay un factor ambiental no bien determinado, que hace que se manifieste en forma más evidente que antes”. Asimismo, la facultativa también señala que ha mejorado la sensibilidad de las pruebas de diagnóstico, factor que ha disminuido el número de falsos positivos.
De todas formas, lo que sí está comprobado, es que una vez diagnosticada la enfermedad celíaca, la única manera de mantenerla al margen es el cambio en los hábitos alimenticios, respetando de por vida la dieta libre de gluten.
Fuentes:
http://diario.elmercurio.com/detalle/index.asp?id={bd63bf08-b46c-4637-ba02-b3b71a5692f6}
El Mercurio, martes 8 de noviembre, página A12.